Desde muy pequeños se nos ha enseñado que el Desayuno es la comida más importante del día. La mayoría de los padres, abuelos, maestros de educación inicial y la televisión transmiten ese mensaje día a día. Sin embargo, muchos siguen subestimando su importancia y restándole valor al comer “cualquier cosita” o peor aún, dejando de comer. Desayunar le confiere a tu cuerpo la energía suficiente para el desarrollo eficiente de las primeras tareas o actividades del día, favorece la optimización de un buen rendimiento, manteniendo además, un perfecto equilibrio hormonal y metabólico. Esta comida constituye entre 20-25% del aporte calórico total del día y debe buscar integrar siempre Carbohidratos altos en fibra, Proteínas y Grasas Saludables.
Además, si eres deportista o realizas ejercicios a primera hora del día posiblemente necesites un aporte extra de energía y/o proteínas, así que debo suponer que te preocuparás por consumir alimentos de óptima calidad. Si siempre buscas la gasolina de mejor octanaje para tu vehículo ¿Por qué te recargas de energía con comidas de bajo valor nutricional o peor aún dejas de comer?
Dentro de las mejores opciones: – Proteínas: Huevos, pollo, pescado, carne, quesos, pavo, yogurt. – Grasas: Almendras, nueces, mantequilla de maní, aguacate.
Cuando desayunas.
– Carbohidratos Complejos: Fruta Entera o Harinas Low Carb o Cereales Integrales (Según tu patrón alimentario). – ¿Cuánto Desayunar? Dependerá de TUS necesidades… – ¿Cuándo tomar el Desayuno? Lo ideal es que se realice con unas 10-12 Horas de Ayuno Nocturno… Si entrenas muy temprano, tienes la opción de entrenar en ayunos según tu actividad física y tu tolerancia al ejercicio. Como segunda opción podrías tomar algún pre-entreno (Frutos secos, mantequilla de almendras, etc.) o por último, simplemente desayunar si tienes buena tolerancia. No todos tenemos las mismas necesidades, no todos tenemos la misma tolerancia alimentaria, no todos tenemos la misma capacidad gástrica, no todos corremos, no todos hacemos pesas, no todos hacemos yoga. Somos DIFERENTES. – ¿Suplementación? Sólo si REALMENTE lo requieres. Asesórate y no malgastes tu dinero. ¿Excusas para no desayuna? Además de un ayuno nocturno muy coto. Pocos argumentos o excusas realmente validas, por acá Te ayudo a derrumbarlas. – “No sé qué comer” El desayuno (y en realidad ninguna preparación) no tiene por qué ser algo muy sofisticado o elaborado. Al contrario, mientras más simple y NATURAL mejor!!! De lo que debes preocuparte es de que te aporte todo lo que TÚ necesitas. – “No tengo tiempo” Uno siempre consigue tiempo para lo que le gusta. No se trata de tiempo, se trata de falta de interés. Si estás muy atareada (o) (Los niños, la comida, el colegio, el trabajo, la universidad) trata al menos de romper tu ayuno nocturno con una ración de fruta o jugo verde y luego en calma DESAYUNA completo. – “Estoy a Dieta” Saltarte el desayuno es muy mala idea. Quienes se saltan el desayuno, tienden a ganar más peso y más grasa corporal, un buen desayuno evita tener más hambre durante el día y la tarde, también el ‘‘Antojo Dulzón’’ controlando así la ingesta excesiva e innecesaria de calorías. – “Es que no me da hambre” Si no tienes hambre al levantarte probablemente estés consumiendo más calorías de las que necesitas a la hora de cenar. Chequea y ajusta tu ingesta.